sábado, 25 de julio de 2009

Las manos.

Las manos

Las sombras se arremolinan en tu frente
cegando tu mirada de miel y hielo,
y eres desahuciada en este paraíso
donde abundan cada día mas tuertos.

Y esa incertidumbre que resbala lenta,
conociendo cada rincón de tu cuerpo,
te lleva de vuelta a las manos que un día
recorrieron veloces el mismo trayecto.

El recuerdo te tranquiliza hasta que
llega otro, uno menos mentiroso y viejo,
uno en el que las manos sólo te gritan
que dejes de hacer tuyos sus sueños.
Un recuerdo en el que ya no te tocan
y te dejan sola en brazos de Morfeo.

El dolor y la desesperación te despiertan
y al presente regresas casi desfalleciendo,
con tu ceguera como única compañera
y sin aquellos labios que te daban aliento.

No sabes a donde ir, te quedas inmóvil
y sientes que sólo te guiara el miedo,
los tuertos pasan de largo frente a ti
y tu no puedes ni mirarlos un momento.

Te arrepientes de haber escuchado
a las manos que jugaban con tu pelo,
de haber caído en las dudas que iban
sembrando de a poco en tu cerebro.

Esas dudas que causaron que las dejaras
y decidieras dejarte guiar por el viento,
que sonriendo te terminó traicionando
y quisieras poder vivir en el recuerdo.

Pero hoy las manos te han reencontrado,
déjame abrazarte con ellas de nuevo.

2 comentarios:

Atenas dijo...

Barbaro jefe , jajaja bueno sabes que me encantan este tipo de poemas el drama y el romanticismo son mi convinaion favorita y vaya que tus musas y tu gran talento te permiten hacer cosas magnificas, aunque bien queda decir que esta parado sobre la linea fronteriza de los favoritos, es bueno, me agrada y mucho

Angie dijo...

algo mas sensato que las manos? jumm..podrían ser los ojos...pero que más satisfacción q poder sentir? kui! me gusta...