sábado, 12 de septiembre de 2009

Archivero

Lo peor que me ha pasado es sufrir por encontrar un recuerdo y darme cuenta que nunca lo había tenido...

Archivero

Todos tenemos un gris y pesado archivero
guarecido en el oscuro desván de la mente.
Ahí se guardan los momentos más sinceros
siguiendo el orden con el que de fuera lleguen.

Bajamos a buscar un archivo en concreto
hallándole entre telarañas mentirosas,
arrojamos sobre ellas un soplo honesto
y nos aprestamos a abrirlo en un instante,
para recordar en la neblina del pasado seco,
como alumbraba la esperanza los senderos.

Del documento emanan torrentes de recuerdos
que inundan todos recoveco del sentimiento,
y tan inevitable como que la alegre nube
se deshaga por el tierno beso del viento,
nos vemos ahogados en nuestro tiempo viejo.

Sentimos como por dentro se nos muere el tedio,
como el corazón se torna sol de nuestro cielo,
como la razón se tira a la hamaca un segundo
dejando a nuestros instintos el campo abierto.

La locura se enraíza en lo profundo del cerebro,
la pasión exhalamos como el cisne su último aliento
y dejamos a la paz hacer un nido en nuestro cuerpo.

Pero, incluso, hasta la memoria tiene sus tiempos,
y harta de nuestra visita nos manda al presente
a seguir construyendo reservas de recuerdos.