domingo, 31 de mayo de 2009

Credo

Como la mayoría de mis compatriotas mexicanos, desde pequeño me fue inculcada la religión católica. Y conforme paso el tiempo me fui dando cuenta que muchos de los preceptos de esa religión iban en contra de lo que yo realmente creía, que en si no había religión que me convenciera de creer en ella. Y fue ahí cuando decidí plasmar en que es lo que creo y surgió este poema

Credo

Creo en un solo Dios,
en el mismo que creían los cruzados fieros
cuando fueron por el mar a sembrar de fuego
Outremer y los demás campos arábigos.

Creo en un solo Dios,
el que justificó a los dictadores,
cuando decidieron arrancar de tajo
a los jóvenes sueños americanos.

Creo en el Dios
que no acepta la plena libertad humana,
que nos amenaza con un gran infierno
si fallamos en seguir su vieja palabra,
que nos ha de llevar a su bello cielo
si es que hacemos caso a las sotanas.

¡BASTA!
¡No puedo continuar este absurdo
teatro de grandes comedias y farsas!

No creo en un Dios esclavizante
tan inseguro de ser tan grande,
que necesita de alabanzas y cantos
para reafirmarse como Dios a diario.

No creo en las Iglesias de mármol
ni en las de plata ni en las de bronce,
no cuando sus cúpulas reflejan
la pobreza que ignoran los salmos.

No creo que en ellas este la verdad
la que podría sacarnos de esta mierda.

Ellas tienen otra verdad menos terrenal,
una única, portentosa e inhumana,
una que no me creo porque es perfecta
y por tanto; de lado a los humanos deja.

No creo en ese Dios que perdona
al asesino que da treinta monedas
a su iglesia ciega y poderosa.

No creo en ese Dios que me presentaron,
con sus ritos y su hostia y su cruel oro,
no creo en ese Dios que mira con odio
a mi amiga y a la mujer a quien ama,

No, ya no hay dioses deambulando
por esta tierra seca y descarnada,
hace mucho que ya solos estamos
con el destino durmiendo en las manos.

Quedamos sólo nosotros y la nada,
un binomio tan terrible como real,
un juego de temibles y crueles palabras,
ocho sílabas describen nuestra soledad.

Y por eso es que creo en el Hombre
en su creatividad y su fortaleza,
en su generosidad y solidaridad,
en su eterna lucha por la libertad.

Creo en el Hombre y su imperfección,
en todos y cada uno de sus defectos,
pues la esperanza reside en todos ellos.

Creo no en la resurrección de los muertos,
sino en el urgente despertar de los vivos
que al romper sus sueño deshagan entuertos,
creo en el Quijote que llevamos dentro.

No se a donde me llevara este credo,
si es al cielo o si lleva al infierno,
eso no es lo que ha de importar ahora,
lo importante es que caigamos en cuenta
que no hay Dios que de la caída nos recoja.

3 comentarios:

Allan Reyes dijo...

Luis wooooooow!!! Me encanto tu poemaaaaaaaaaaa!!!!!! Te juro es un reflejo total de lo que yo pienso!!!! Me parecio excelente la forma en que rompes el credo con el BASTA y empiezas a desmentir a ese Dios!!! Geniaaaaaaal!!!! Ves?? Te dije que ese poema iba a ser muy interesante!!! Continua escribiendo y yo seguire comentando!!!! =D!!!

angie dijo...

wooow! sabes algo hay dos poemas favoritos para mi y este de ha ganado ese lugar...simplemente increible..eres unico jefe...

Atenas dijo...

Uy tema amplio jajaja y terreno peligroso, buen poena si si si, al final creo que reflejas mas la creencia de toda una generacion, pero creo que eso ya lo sabes... bueno continuo leyendo y comentando... me falta aun mucho por leer